La Pedriza constituye uno de los entornos naturales y paisajísticos más singulares de la Comunidad de Madrid. Dicho entorno se define como el conglomerado berroqueño de litología granítica más extenso de Europa (aproximadamente 3.200 Ha), localizado en el municipio de Manzanares el Real dentro del conjunto protegido del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, otorgándole el rango de mayor protección (zona A1 con tratamiento de Reserva Natural Integral) dentro del ámbito de la declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993.
Se trata de un sector de la vertiente granítica meridional de la Cuerda Larga (sierra de Guadarrama). Forma parte de la cuenca de drenaje del curso alto del río Manzanares, a través de los arroyos de los Hojos, la Majadilla, el Mediano y del propio río, que la atraviesa en su sector meridional, antes de adentrarse en la depresión de Santillana (SANZ HERRÁIZ, 1986).
El origen del paisaje granítico encuentra su explicación en la fuerte denudación de las estructuras rocosas debido a los procesos de fuerte erosión sobre superficies regolíticas anteriormente alteradas, que han sido capaces de desmantelar los materiales de cobertera suprayacentes del cuerpo intrusivo de carácter plutónico, y cuyo afloramiento, junto con la alternancia del ataque de los diferentes agentes modeladores durante un período geológico dilatado (meteorización de sustratos graníticos del batolito, erosión del relieve, fenómenos de transgresión marina, esfuerzos de plegamiento, procesos de glaciación cuaternaria, etc.) ha ocasionado la formación de dicho paisaje desarrollado en un área montañosa de fuertes desniveles y cuyos rasgos principales derivan en culminaciones en canchales y lomas de morfología curvas con formas geomorfológicas que han resistido a la denudación y al fuerte carácter diaclasado de la Pedriza.
Dentro de este grupo de formas resultantes de los fenómenos de ataque al roquedo se pueden encontrar bolos graníticos, lajas o microformas de relieve como pilancones, estrías o taffonis, pero sin lugar a dudas, el más célebre de los modelados de La Pedriza se refiere al domo de la Peña del Yelmo. Se trata pues, de una estructura domática con una vertiente convexa en su borde meridional y rectilínea en el septentrional, caracterizada por distinguir en la cumbre de la morfoestructura restos de lajas, resultado de formas residuales de la denudación de las losas que cubrían la forma granítica.
Peña del Yelmo. Fuente: pirineos3000.com
Actualmente, la alteración del roquedo se encuentra en estrecha relación con el aporte de humedad del drenaje, en especial en áreas críticas de fractura, susceptibles al ataque mecánico y químico procedente de ambientes húmedos en combinación con procesos periglaciares que pueden ser clave para la evolución del relieve de La Pedriza. Sin duda alguna, se trata de uno de los “geomorphosites” de mayor valoración paisajística de España.
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