Dejando atrás el buen tiempo y después de que la mancha gris de contaminación atmosférica que cubre Madrid haya disminuido por causas ajenas a las buenas prácticas que se pueden aplicar, es interesante exponer algunas medidas que podrían ser aplicables para una movilidad menos motorizada en la ciudad.
Entendiendo la sostenibilidad como la capacidad de un sistema socioeconómico de adaptarse al entorno natural del que, por un lado, consume recursos naturales y, por otro, lo utiliza como sumidero de sus residuos. Por tanto, un modelo de desarrollo es sostenible en la medida en que limita su consumo de recursos (suelo, energía, agua y materiales) y emisiones contaminantes a la capacidad de carga de los ecosistemas naturales, a la vez que mejora la calidad de vida de todas las personas.
Dentro de los núcleos urbanos, la sostenibilidad adquiere sentido a causa de que es uno de los lugares donde se expresa con mayor intensidad el conflicto entre el sistema socioeconómico y el sistema natural.
Uno de los factores que altera la sostenibilidad en las ciudades son los medios de transporte, por ello, algunas ciudades han puesto en marcha planes para reducir su impacto en la contaminación atmosférica y así, garantizar que las pautas de movilidad no transgreden los límites ambientales. Para ello, urge promover un giro en las políticas públicas encaminadas al logro de tres objetivos básicos:
- Reducir la necesidad de transporte.
- Reequilibrar el reparto modal a favor de los transportes más respetuosos con el medio ambiente.
- Mejorar la ecoeficiencia en los desplazamientos.
La consecución de estos objetivos precisa un enfoque sistémico, capaz de diseñar estrategias concebidas desde una visión holística y transdiscipinar, en la que todas las políticas con repercusiones sobre la movilidad (ordenación territorial, planificación urbanística, política industrial y energética, etc.) participen de manera integrada incidiendo en el origen de los problemas a la vez que se faciliten cauces para una participación social activa en el diseño de estas políticas.
En definitiva, la creación de cercanía debe conformar el eje fundamental de una política de movilidad sostenible. Bajo este prisma, los instrumentos orientados a reducir la necesidad de desplazarse cobran especial importancia, esto es:
- Una ordenación territorial que limite la movilidad en vehículo privado.
- Una planificación urbana que minimice el uso del suelo.
- La promoción del transporte público.
- La transformación de los patrones actuales de producción, distribución y consumo hacia modelos menos intensivos en transporte.
- Una concienciación ciudadana y educación para adoptar nuevos estilos de vida.
Algunas propuestas prácticas:
- Cambio de prioridad de las infraestructuras de transporte para favorecer al transporte público y a los modos no motorizados.
- Medidas de calmado del tráfico en las arterias principales de la ciudad y en las proximidades a estaciones de transporte público.
- Integración del transporte y usos del suelo en los nuevos desarrollos urbanos favorables al transporte público y la marcha andando.
- Contención de la expansión urbana y usos mixtos del suelo en la planificación urbanística de los nuevos desarrollos.
- Implementación de tarifas a la circulación de vehículos en los centros urbanos con el objetico de que los costes soportados por los usuarios se aproximen a los costes reales de sus decisiones de transporte a la vez que sirvan de financiamiento para alternativas de transporte más sostenibles.
Gracias Marga.
ResponderEliminarMe centro en el objetivo de reducir la necesidad de transporte, que no desarrollas, pero sí citas. No me parece muy lógico ver cada mañana miles de personas en sus coches yendo a trabajar a unas cuantas decenas de kilometros, consumiendo mucho tiempo (de hecho en Madrid medimos las distancias en tiempo, no en kilometros) y recursos. Para ello, sólo se me ocurren dos alternativas:
-Acercar el puesto de trabajo al domicilio. No es viable en muchos casos, pero en empresas grandes o del sector público con varias sedes si pueden fomentarse traslados de personal. Por supuesto, el teletrabajo cuando sea posible.
-Acercar la vivienda al puesto de trabajo. Con la tendencia de décadas que hemos tenido en españa fomentando la compra en lugar del alquiler de vivienda, ésto es un problema. En otros paises la movilidad es muchísimo mayor.
Hoy mismo he leido en la prensa acerca de la puesta en marcha de un sistema de uso compartido de vehiculos electricos que se pone en marcha en París, del estilo del de bicicletas que ya funciona en muchas ciudades (yo sólo lo he visto en Barcelona) Sólo es una pieza más, pero iniciativas como esa van sin duda en la buena dirección.
Yo creo que debe haber bastantes alternativas, lo que pasa es que tienen que adaptarse a cada ciudad. Aunque la mayoría de casos fomentan transporte público, lo que tu dices del uso de bicibletas y claro esta que el tema en cuestión es el trabajo y el de las urbanizaciones, se ha consumido demasiado territorio..
ResponderEliminarBuscare algunos casos, a ver que encuentro que me sorpreda!
He estado leyendo sobre que se propone en cuanto a reducir la movilidad, sobretodo por trabajo. La Estrategia Española de la Sostenibilidad Urbana y Local (EESUL), que no tengo nada claro quien esta "obligado" a hacerle caso, tiene bastantes propuestas:
ResponderEliminar- Introducir en la planificación urbanística la oferta de transporte público y no motorizado que de respuesta a la demanda.
- Dotar de niveles óptimos de accesibilidad en transporte público a centros históricos, grandes equipamientos, zonas comerciales, etc.
- Priorizar los nuevos desarrollos urbanos en aquellas zonas que ya cuenten con oferta de transporte publico e infraestructuras. Densificar los nodos de transporte e intercambiadores para optimizar los posibilidades urbanísticas derivadas de su accesibilidad.
- Desarrollar planes de movilidad para empresas y polígonos industriales o empresariales.
- Impulsar plataformas logísticas.
- Ajustar los sistemas de transporte a las necesidades y demandas de las zonas rurales, con baja densidad de población o territorios insulares.
- Promover las plataformas reservadas para el transporte público y vehículos de alta ocupación.
- Dotar las periferias urbanas de aparcamientos disuasorios.
- Fomentar los modos de transporte no motorizados, creando zonas de acceso y aparcamiento y dándoles relevancia en la movilidad.
- Introducir métodos y normativas que garanticen la densidad de población, la complejidad y la mezcla de usos propios de los usos urbanos.
- Permitir la asociación entre residencia y empleo, reservando suelo o edificando mediante el planeamiento urbanístico para actividades económicas y comercio.
- Planificar los usos del suelo atendiendo a los umbrales de distancia de acceso a los equipamientos y zonas verdes.
- Introducir nuevos criterios de urbanización y diseño de calles que inviertan la actual jerarquía, prioridad física y predominio psicológico del uso del coche.
- en zonas residenciales, reducir la superficie destinada a los vehículos en la sección de la calle y también de las plazas de aparcamiento.
Y bastantes más!
A lo mejor soy un incrédulo malpensado, pero me da la impresión que todas esas medidas de sentido común solo valen para rellenar un informe larguísimo que alguien cobrará a precio de oro. Al final seguimos edificando y ampliando ciudades por inercia, con pocas ideas nuevas y siguiendo el dictado de poco mas que no sean intereses económicos cortoplacistas.
ResponderEliminarClaro que si! Todo es palabrería, todas estas medidas son muy lógicas, donde han tenido que pensar es para montar todo lo que han montado!
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