El Protocolo de Kioto sobre el cambio climático, es un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global en un porcentaje aproximado de al menos un 5%, dentro del periodo que va desde el año 2008 al 2012, en comparación a las emisiones del año 1990.
El protocolo fue inicialmente adoptado el 11 de diciembre de 1997 en Kioto, Japón, pero no entró en vigor hasta el 16 de febrero de 2005. En noviembre de 2009, eran 187 estados los que ratificaron el protocolo, una excepción fue EEUU. El mayor emisor de gases de efecto invernadero (GEI) mundial no ha ratificado el protocolo.
¿Qué va a pasar después de Kioto?
Los miembros se reunieron por primera vez para su seguimiento en Montreal, Canadá, en 2005. En diciembre de 2007, en Bali, Indonesia, se llevó a cabo la tercera reunión de seguimiento y además, se tenía el foco puesto en las cuestiones post 2012. Las próximas reuniones fueron en 2009, en Copenhague, Dinamarca, y en 2010 en Cancún, México.
La última cumbre del clima realizada en Durban, Sudáfrica, se ha llevado a cabo esta semana. Parecía que era la última oportunidad para llegar a otro protocolo que estableciera unas bases a seguir una vez finalizado en protocolo que Kioto en 2012. Y al final a donde se llegó fue a acordar que se negociará para tener en 2015 un protocolo que limite las emisiones de todos los países “a partir de 2020”.
El acuerdo es lo mejor que pudo arrancar la UE, que permite seguir la negociación en la próxima cumbre en Catar 2012. Las potencias no se ponen de acuerdo en si quieren un acuerdo o un protocolo (una fórmula con mucha más fuerza) y habrá que ver cómo se reparten las emisiones. A cambio, la UE acepta prorrogar Kioto, aunque se verá el año que viene si será hasta 2017 o 2020.
La cuestión es muy simple, ¿Por qué se invierte tiempo en estas cuestiones si el mayor emisor de GEI, no cumple? ¿Por qué un país puede tener derecho a rechazar unas propuestas que pueden influir a toda la población mundial?
Menos palabras y más hechos!
Pues sí, puede ese pais influir decisivamente en ese ámbito y en muchos otros que afectan a la población mundial. Mientras no exista una presión económica, social y/o política sobre ese gobierno que contrarreste el interés económico que supone no aceptar el tratado, jamás habrá acuerdo. Creo que lo habrá, sólo espero que no sea demasiado tarde.
ResponderEliminarInjusticias de un mundo dividido en naciones compitiendo agresivamente unas con otras, y donde unas tienen mucho mas poder de todo tipo que otras.