Carreteras no aptas para noveles.

En una entrada anterior Marga escribía acerca de la sorprendente mina Diavik, al norte de Canadá, en la región de Lac du gras. La mina en sí esconde muchas curiosidades, pero no es menos insólita la carretera que lleva a esa y otras minas, como la vecina de Ekati.

Denison´s Road: Autopista sobre hielo.

Cuando hablamos de carreteras peligrosas todos imaginamos curvas. Es evidente que el riesgo es mayor que en las largas rectas pero en ésta ocasión el riesgo es otro. Denison´s road tiene una longitud de mas de 500 kilómetros y una anchura equivalente a 8 carriles. No hay curvas cerradas pero el riesgo está en la propia superficie.

El ejercito de quitanieves abre paso cada año entre la nieve pues la carretera sólo está operativa en invierno ya que transita sobre lagos helados. Recordad que las minas están en pequeñas islas. El pelotón de enormes camiones realiza unos 5000 viajes de ida y vuelta anuales a una velocidad no superior a los 50 km/hora para evitar mas vibraciones de lo recomendable. La carretera es revisada constantemente por helicópteros con radares que analizan el grosor del hielo. Con frecuencia se han de construir variantes o puentes temporales sobre el hielo agrietado. Y en alguna ocasión ocurre lo que se aprecia en la foto.

Trollstigen, la escalera del troll.

En Noruega, conectando Andalsnes (Rauma) con Valldal (Norddal) existe una carretera nacional muy visitada por los turistas. Las vistas desde el mirador superior lo dicen todo.

Once curvas de 180% en la ladera de la montaña y una inclinación media del 9%. Está abierta solamente de Mayo a Octubre, dependiendo de la climatología. Aún habiendo sido reformada en varias ocasiones sigue poniendo en apuros a muchos conductores.

La carretera de la muerte.

Aunque oficialmente es el camino a los Yungas, todo el mundo en La Paz, Bolivia, la conoce como la carretera de la muerte. Y el nombre no está mal puesto pues está considerada la carretera mas peligrosa del mundo.

La carretera tiene 64 kilómetros y el desnivel total es de unos 3600 metros. Tiene mucho tránsito de camiones, autobuses y ciclistas que buscan adrenalina. Se circula en sentido contrario al habitual para que el precipicio quede en la ventanilla del conductor y pueda medir mejor las distancias. En muchos puntos la carretera es tan estrecha que hay que retroceder hasta encontrar un punto donde cruzarse. El firme es inestable por las lluvias y rios que la cruzan y a menudo el poco espacio obliga a dejar alguna rueda en el vacío para poder seguir avanzando.

Para completar el riesgo hay que añadir que los camiones y autobuses que la cruzan a diario suelen estar en mal estado de conservación, y que los conductores suelen ser poco respetuosos y muy agresivos. Tampoco es extraño conducir bebido.